A medida que se acercan los meses de verano, cada vez más gente se acerca a nuestras playas y parques para aprovechar el buen tiempo y tomar el sol. Tomar el sol forma parte de la cultura de playa desde hace miles de años, y sigue siendo una actividad popular hoy en día. ¿Qué es lo que nos atrae de tomar el sol?
Para empezar, están los beneficios para la salud física de tomar el sol. La exposición a la luz solar puede aumentar la producción de vitamina D en nuestro organismo, necesaria para unos huesos fuertes, un corazón sano y un buen funcionamiento del sistema inmunitario. Además, la luz solar puede ayudar a reducir los síntomas de la depresión y mejorar nuestro estado de ánimo.
Luego está el aspecto psicológico de tomar el sol. Salir al sol puede ser una delicia para nuestra mente y nuestro estado de ánimo, ya que puede reducir los niveles de estrés y favorecer la relajación. También nos brinda la oportunidad de hacer una pausa en nuestra rutina diaria y sumergirnos en la belleza natural que nos rodea.
Por último, tomar el sol tiene un aspecto estético. Tomar el sol puede dar a nuestra piel un brillo saludable, siempre que no nos excedamos y suframos quemaduras. El bronceado también puede hacernos parecer y sentirnos más atractivos, y no es de extrañar que a tanta gente le guste lucir su bronceado dorado en la playa.